Este adagio anónimo explica, de manera notable, el cómo debemos enfrentar la innumerable serie de movimientos sociales diseñados, corrupción normalizada, ciencia acientífica, educación lúdica,  «influencers» sin contenido, autoridades sin liderazgo, crisis sanitarias, incertidumbre económica, inseguridad, religiosidad sin espiritualidad, intolerancia y nuevos autoritarismos disfrazados de buenas intenciones.

Oponerse a lo incorrecto es, hoy en día, un acto que muchos hacemos en nuestro foro interno; resguardando así nuestra imagen ante los demás, para no ser el «facho pobre» disidente o el «comunista resentido», «antivacunas», «terraplanista» o «prorruso», entre otros. Lo curioso es que, las grandes minorías, dotadas de un poder invisible (simbólico) se valen de él para doblegar la voluntad de una amplia mayoría de personas sensatas y sensibles que temen alzar la voz.  Esto es comprensible, debido a que los grados de violencia que enfrentamos en la actualidad se alimentan constantemente por los mensajes de los «medios oficiales» . ¡Estos son pájaros que nos asedian!

El Dr. Martin Luther King Jr. dijo «no me preocupa el grito de los violentos, pero sí el silencio de los buenos». En este espacio de análisis de la realidad actual, procuraré se uno de esos buenos que alza la voz para que más temprano que tarde nos detengamos a relexionar en que si comienzo a manifestar mi voluntad, con respeto y claridad, esos pájaros que nos sobrevolaban ya no tendrán dónde hacer sus nidos, porque habremos decidido tomar acción para nuestro propio bienestar psicológico y emocional.